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Desarrollamos diversas piezas 3D ultrarresistentes para un fabricante de mobiliario de laboratorio. Gracias a un material innovador que sustituye el metal, logramos producir series cortas en tiempo récord. Esta solución resolvió un problema que ningún otro proveedor había podido solucionar previamente.
Nuestro cliente se especializa en la fabricación de mobiliario para laboratorios. Muchos de sus productos incluyen mecanismos complejos que demandan el uso de poleas y pestillos personalizados.
Había una pieza específica que se fabricaba en el taller utilizando tecnología CNC, un proceso que requería muchas horas de trabajo por parte de un técnico, lo que elevaba significativamente los costes por unidad. Aunque se realizaron intentos previos de imprimirla en 3D, todas las pruebas resultaron fallidas debido a la rotura de las piezas al ser sometidas a esfuerzos de cizallamiento.
La solución planteada fue emplear un material innovador denominado PACF, una poliamida de Nylon reforzada con fibra de carbono que ofrece propiedades mecánicas muy similares a las del aluminio. La selección de este material fue crucial, ya que permitió fabricar una pieza con una resistencia estructural excepcional, al mismo tiempo que se logró mantener un peso reducido gracias a la incorporación de la fibra de carbono.
La innovadora solución de piezas 3D ultrarresistentes fabricadas en nylon reforzado con fibra de carbono sustituye procesos de mecanizado costosos, elimina la necesidad de almacenar planchas de metal y disminuye significativamente los tiempos de producción.
Fue un proyecto de investigación y desarrollo en el que se realizaron pruebas específicas con diversos materiales de alta resistencia, llevando a cabo ensayos de ruptura mediante cizallamiento para simular las tensiones que la pieza soportará en su aplicación final.
Realizamos numerosas pruebas ajustando diversos parámetros durante la impresión de esta pieza, optimizando tanto los tiempos de fabricación como su resistencia. El resultado final fue un pestillo altamente resistente que puede imprimirse en un tiempo considerablemente reducido.
Los ahorros logrados con este cambio son significativos, tanto en la reducción de material desperdiciado (scrap) debido al cambio en el proceso de fabricación, como en el menor consumo de energía eléctrica.